martes, 9 de noviembre de 2021

¿Por qué silvestres?



Silvestres : más nutritivas y sin tóxicos
Los nutrientes esenciales imprescindibles para nuestra vida hidratos de carbono, proteínas y grasas, así como los minerales, vitaminas y otros compuestos que veremos, se absorben a partir de los alimentos de una dieta sana, variada y equilibrada.

Con el nacimiento de la agricultura, hace unos 11.000 años, el hombre cambió radicalmente su dieta original, seleccionando las especies más agradables para comer: las frutas más dulces, los cereales más almidonados y las plantas ricas en aceites. Sin embargo, la consecuencia directa de descartar los alimentos amargos y fibrosos típicos de las silvestres fue una pérdida constante de fitonutrientes. Muchas sustancias beneficiosas (incluido el calcio), de hecho, tienen un sabor amargo, ácido o astringente.

Los polifenoles (fitonutrientes o bionutrientes) representan el arsenal de compuestos químicos que utilizan las plantas para defenderse de insectos, enfermedades, luz ultravioleta, etc. Al ingerirlos nos protegemos de los radicales libres. Las plantas silvestres comestibles más humildes tienen más fitonutrientes y vitaminas que los cultivares seleccionados a lo largo de los siglos. Por si esto fuera poco, también hay que decir que en primavera las partes jóvenes de las plantas son ricas en fitohormonas, que ejercen una eficaz acción depurativa sobre nuestro organismo y estimulan las defensas del sistema inmunológico.

La cuestión a día de hoy es qué se entiende por una dieta sana, dados una serie de disfunciones actuales en nuestro modelo alimentario en épocas pasadas inexistente. Los problemas principales de  los alimentos vegetales que encontramos en el mercado son dos:

• Su mayor o menor toxicidad según sea su contenido en plaguicidas de todo tipo.  
• La baja calidad nutricional debido a varios factores principalmente la pobreza mineral de los suelos de origen así como los defectos de conservación durante la cadena de comercialización.

Es decir el modelo actual de compraventa en el mercado nos ofrece frutas y verduras de baja calidad nutricional debido a la escasa calidad de los suelos de acogida que además son rociados con diferentes grupos de tóxicos biocidas que sólo de forma muy superficial conocemos su efecto tóxico en el cuerpo humano. Lo que sí sabemos es que encontramos muchos de estos compuestos en los tejidos de un recién nacido.

Se podría argumentar que las autoridades no permiten ciertos tipos de pesticidas y otros sí en función de criterios científicos. Lo cierto es que la determinación de los Límites Máximos de Residuos resulta un argumento muy controvertido donde parece no existir criterios técnicos y sí una extraña variabilidad de lógica y falta de consenso entre países. En cualquier caso, parece razonable eliminar los evidentes riesgos y atender al principio de precaución rebajando el consumo de estas verduras.

Por ello este trabajo: Las plantas silvestres comestibles resuelven ambos problemas, la carencia de nutrientes y el plus de toxicidad de los vegetales en el mercado. Incluimos también el mercado de lo Bio y Ecológico que sigue sin resolver las disfunciones debidas a la escasa calidad de los suelos agrícolas, así como la incorporación de tóxicos provenientes de abonados no controlados, las prácticas fitosanitarias peligrosas y los problemas derivados de la comercialización.

Además las silvestres son gratuitas y crecen espontáneamente en espacios comunes que son de todos y necesitan de nuestros usos, principalmente aquellos que proponemos y que redundan en su valorización, paso necesario a su verdadera protección.



Los elementos nutricionales de las plantas silvestres

Es aquí donde encontramos el arsenal clave que es deficiente en una alimentación actual. Simplemente incorporando un 30% de plantas silvestre en nuestra dieta, las que recolectemos en cada momento estacional, podemos estar seguros de tener una alimentación equilibrada.

Complementos nutricionales?

La mayoría de los médicos y los nutricionistas creen que los suplementos no son necesarios para un adulto sano que se alimente con una dieta variada y equilibrada, que incluya diferentes alimentos de todos los grupos alimentarios básicos.

Sin embargo, otros creen que es difícil obtener todos los nutrientes esenciales de la alimentación puesto que el procesado, la congelación, la exposición a la luz y al aire y sobre todo el cocinado de los alimentos destruyen una gran proporción de vitaminas.

Lo cierto es que si incluyéramos en nuestra dieta entre un 5 un 30% de plantas silvestres de temporada recién recogidas y a ello se añadiera un modelo de cocina consciente del tratamiento de vitaminas y grasas principalmente, complementaríamos de forma adecuada nuestra alimentación “normal” de forma que no necesitaríamos gastar dinero ni neuronas en este nuevo sector de los complementos alimentarios.



Silvestre en la ciudad?

Las virtudes nutricionales de las silvestres y demás verduras van menguando cuanto más tiempo (y temperatura y luz solar) transcurre desde su corta. Las vitaminas son las que más sufren esta distancia. Entonces... están los urbanitas condenados a la malnutrición?. No. Es más difícil que en el pueblo, donde dándote una vueltecita ya tienes arreglada la guarnición, el batido, el postre o la ensalada.

En la ciudad habrá que trabajar más el lugar de recogida si bien, vemos parques urbanos, coronas urbanas y espacios de transición llenos de las mejores silvestres: malvas, llantén, bledos, bellotas.... También se pueden usar las salidas de fin de semana y convertirlas en momentos de recolección allá donde nos desplacemos, no?. Ya sabemos que debemos limpiar las plantas con agua y un chorrito de vinagre de vino si estamos dudosos de su procedencia. Y, eso sí nunca recoger plantas en zonas claramente muy contaminadas por el tráfico. Y luego refrigerarlas o secarlas o … congelarlas. Lo importante es recogerlas y consumirlas, qué duda cabe.

¿Te animas?


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