ganaderiaregenerativa.com/post/2017/03/01/el-problema-no-es-el-carbono
Traducción: Daniel Suárez
Artículo original:
https://www.linkedin.com/pulse/carbon-problem-george-king
Recientemente tuve el privilegio de viajar con Walter Jehne desde la zona templada sur de Nueva Gales del Sur, a través del desierto de Australia Central hasta el subtrópico de los Territorios del Norte. Alrededor de 20 horas de vuelo viendo y hablando de los climas de Australia. Walter es un microbiólogo del suelo y probablemente la persona más inteligente que he conocido. Es un gran patriota australiano y tiene el más claro entendimiento de los ecosistemas de Australia.
Esta es la versión laica de lo que he aprendido. El carbón no es el problema, ciertamente es un síntoma de un problema mayor. Incluso si cortamos inmediatamente nuestras emisiones de carbono a cero, tomará cientos de años para que los niveles de carbono en la atmósfera bajen a los de la era preindustrial. Y ningún país desarrollado modificará su estándar de vida de forma tan drástica como para lograr esto.
El problema en realidad es que a nivel local hemos hecho grandes afectaciones a los ciclos hidrológicos de los ecosistemas. La población global y su distribución está a tal punto de saturación que el manejo de las tierras está afectando catastróficamente el clima global. La buena noticia es que tenemos la habilidad de revertir cualquier daño que hemos hecho a los ciclos hidrológicos, es simple, es costeable y como resultado produciremos más alimentos.
"Es simple, costeable y como resultado produciremos más alimentos"
Durante los últimos 420 millones de años los suelos han sido la base de la evolución de la vida sobre la tierra, por lo que es lógico pensar que los suelos tienen la solución, y debemos dar la vuelta, dejar nuestras prácticas actuales y pasar de degradarlos a regenerarlos, así como la naturaleza lo ha hecho por milenios.
Nuestros suelos están formados y gobernados por procesos microbiológicos, los cuales regulan gran parte de los ciclos críticos de carbón, agua, nutrientes, temperatura, enfriamiento y la relación entre ellos. Los procesos hidrológicos naturales controlan el 95% de la termorregulación del planeta azul. Hemos estado dañando estos procesos hidrológicos por más de 10 mil años pero particularmente en los últimos 300.
Naturalmente, más del 90% de la energía solar que llega a la tierra, entra a la troposfera y se refleja de vuelta al espacio a través de una serie de procesos hidrológicos. Esto ha creado y regulado la temperatura de la Tierra, lluvia y clima por billones de años, permitiendo su evolución. El daño que hemos hecho a los ecosistemas se manifiesta como daño a los procesos hidrológicos terrestres, y este daño esta exacerbando el daño ambiental en un círculo vicioso muy destructivo. Cada gramo adicional de carbono en el suelo permite que este retenga 8 gramos de agua. Hemos oxidado grandes cantidades de carbono de nuestros suelos en todo el planeta, lo que significa que el suelo retiene menos agua, produce menos plantas y atrae menos lluvia.
"el suelo retiene menos agua, produce menos plantas y atrae menos lluvia"
Son varios los factores que causan la lluvia. Australia tiene ríos de humedad flotando encima de nuestras cabezas que no se convierten en lluvia – aproximadamente 10 veces más humedad fluye sobre nuestra nación que la que precipita. La mayor parte de nuestra humedad espera hasta estar encima del océano donde está lo suficientemente fresco para que la partículas de la neblina se una hasta formar gotas lo suficientemente grandes como para precipitar. Partículas de microorganismos (polvo) son liberados desde la vegetación y causan una neblina que se adhiere al vapor de agua haciendo que este precipite como lluvia. Cuando estas partículas microbianas, de sales y de hielo suspendidas no están presentes, es mucho más difícil que las microgotas de agua se enfríen y adhieran para formar gotas de lluvia, por lo tanto se forman gotas de lluvia mucho más grandes causando lluvias torrenciales y erráticas.
El mundo estaba cubierto naturalmente al 50% por una densa nubosidad la cual reflejaba 33% de la radiación solar de vuelta al espacio, enfriando sistemáticamente la atmósfera. El mundo ahora carga una gran neblina de humedad que no puede juntarse fácilmente para formar nubes densas. Normalmente esta neblina se junta para formar nubes, lluvia y luego reabre la ventana para volver a irradiar calor de vuelta al espacio durante la noche. Actualmente estas ventanas están bloqueadas por esta ligera neblina y es responsable de alrededor del 60% del incremento de temperaturas que se ha medido durante las noches.
La ciencia ha entendido la capacidad de estos procesos hidrológicos que controlan y enfrían el planeta pero han sido considerados muy grandes como para ser influenciados por la humanidad. En cambio, la investigación se centró en los niveles de CO2 y sus efectos de invernadero menores como causa y enfoque de una solución. El mundo ha gastado 30 años y $60 billones en estas suposiciones sin ningún beneficio real.
La ineludible realidad es que la humanidad ha impactado masivamente los procesos hidrológicos en 10 billones de hectáreas o el 60% de la superficie terrestre a través de la eliminación de la vegetación. Podemos revertir esto a través de la regeneración natural de plantas y árboles para restaurar nuestros suelos y ecosistemas, usando el suelo como una gran esponja de absorción de carbono para retener más agua, producir más forraje y alimentar más gente mientras restablecemos el medio ambiente mundial. Ser agricultor y estar involucrado en esta reparación me llena de orgullo.
George King
“Coombing Park”
CARCOAR NSW AUSTRALIA
El agua para el riego es vida para nuestros jardines y cultivos. Su uso responsable y eficiente es esencial para conservar este recurso valioso y mantener la salud de nuestro entorno.
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