jueves, 18 de marzo de 2021

Protagonismo de la bellota en la Casa de Campo

 


La bellota es el fruto de los árboles del género Quercus, que cuenta con más de 400 especies distribuidas por todo el hemisferio norte (entre ellas robles y alcornoques). 

La encina (Quercus ilex rotundifolia) es la especie del género Quercus más común en la Casa de Campo, ocupando 1/3 de la superficie del Parque y apareciendo de forma más o menos adehesada, acompañada de un escaso estrato arbustivo compuesto principalmente por retamas.

Los encinares de la Casa de Campo presentan gran biodiversidad y constituyen el hábitat de multitud de especies de fauna. Aprovechando sus bellotas podemos encontrar una gran variedad de animales como ratones de campo y palomas torcaces. En los huecos de las encinas se refugian y crían aves como carbonero común, herrerillo común, cárabos y mochuelos. Las tupidas y cerradas copas son un buen posadero para la cigüeña blanca y en ellas anidan pequeñas aves como verderones comunes. El estrato arbustivo y herbáceo sirve de refugio para conejos, perdices, reptiles… Sin olvidarnos de zorros y jabalíes que cada vez son más frecuentes.

En condiciones naturales, probablemente el encinar ocuparía toda la superficie del Parque (exceptuando las zonas húmedas); sin embargo las talas y las múltiples repoblaciones históricas han alumbrado nuevas formaciones de vegetación mixta donde el encinar aparece acompañado por frondosas o coníferas.

En este contexto tenemos que hacer una mención especial del Encinar de San Pedro, área de conservación prioritaria y acceso limitado, con una superficie de unas 90 hectáreas en la zona centro del Parque, donde se ubican varios Centros de Biodiversidad: el Centro de Avifauna, el Centro de Divulgación de Insectos y el Centro de Divulgación de Mariposas.


Si queréis conocer el Encinar de San Pedro y los centros de biodiversidad que existen en dicho entorno  a través de una actividad guiada por personal del CIEA Casa de Campo, no dejéis de buscar en nuestra AGENDA los días en los que está programada la actividad SENDERISMO ENCINAR DE SAN PEDRO y apuntaros.


La alimentación humana con bellota: un posible remedio a las crisis agraria y medioambiental

La sustitución de los métodos tradicionales de alimentación por una dieta basada en el cereal, impuesto ya desde la época de los romanos, trajo consigo una intensificación de los sistemas agrícolas en detrimento de los forestales.

Al cereal no les gusta la competencia y para su cultivo se necesitan enormes superficies desarboladas que deben ser aradas periódicamente. Esta actividad provoca, entre otros muchos efectos adversos, una sequía estival creciente en intensidad y duración, que dificulta cada vez más la regeneración del bosque, destruye el suelo fértil y su capacidad de ser sumidero de CO2, además de la contaminación que genera la maquinaria agrícola en sus tareas diarias.

Sin embargo, en el caso de la explotación de los frutos silvestres  -como la bellota- arar no sería necesario (ya que lo más productivo son los árboles adultos) y los ecosistemas podrían ser llevados a una capacidad mayor de carga, admitiendo más biodiversidad.

Si lográramos reducir el consumo de cereales, se conseguiría reforestar enormes extensiones de cultivos; obteniendo así alimentos más naturalmente, diversos y sostenibles con el planeta.


Propiedades de la harina de bellota

 

Hasta hace muy poco la harina de bellota (así como la de castaña, sola o mezcladas con la de cereales), ha sido una parte importante de la dieta humana, elaborándose con ellas panes, talos, tortas, fritos y otros productos básicos. Las bellotas, además, eran comidas crudas, asadas y cocidas.

En algunos pueblos de la Comunidad de Madrid se apreciaban tanto las bellotas que se intercambiaban por garbanzos y judías.

Es verdad que el trigo presenta unas propiedades que le convierten en un producto muy nutritivo; pero su habitual consumo en forma refinada disminuye la proporción de determinados nutrientes y presenta el «temido» gluten,  que cada vez es más evitado por personas intolerantes al mismo o que deciden no consumirlo.

Una buena opción para reemplazar la harina de trigo es usar la de bellota, un “superalimento” gracias a sus propiedades: es de origen vegetal, posee una gran cantidad de proteínas, carbohidratos, contiene un 65% de lípidos saludables, aminoácidos esenciales y antioxidantes, es una fuente de vitamina B6, además de calcio, hierro, magnesio fósforo y potasio.  Con su consumo podrás obtener múltiples beneficios: reduce la ingesta de calorías, no presenta gluten, disminuye las enfermedades del corazón y las alergias, mejora el estado de la piel y el cabello, etc.


Webinar: Pan de bellota

Si quieres conocer el proceso mediante el que se obtiene la harina de bellota  y varias recetas con las que ganarás en salud y bienestar ¡¡no te puedes perder nuestro próximo seminario, dentro de la programación de actividades organizadas con motivo de la FIESTA DEL ÁRBOL 2021!!

¿Quieres saber más?

Impartido por Ignacio Alonso Climent -geógrafo y miembro de la Cofradía Ibérica de la Bellota -, en el Seminario digital en directo se dará a conocer la importancia de la bellota en la alimentación de épocas pasadas y los procedimientos para la preparación y consumo del fruto en diversas variantes.
Con la colaboración del Colectivo Lavéndula y la Asociación del Común.

Antes de finalizar el directo, se reservarán unos minutos para formular preguntas y resolver dudas con la ponente. Pero si deseáis formular vuestras consultas con antelación podéis enviarnos vuestras preguntas a infocasacampo@madrid.es e Ignacio Alonso las contestará durante el seminario.

 

¿Cuándo y dónde?

Tendrá lugar jueves 18 de marzo a las 12:00 h. a través de este enlace en nuestro Canal YouTube, donde podrás hacer consultas sobre el tema en directo.

jueves, 25 de febrero de 2021

El problema no es el carbono

ganaderiaregenerativa.com/post/2017/03/01/el-problema-no-es-el-carbono

2 de marzo de 2017

Traducción: Daniel Suárez

Artículo original: 

https://www.linkedin.com/pulse/carbon-problem-george-king

Recientemente tuve el privilegio de viajar con Walter Jehne desde la zona templada sur de Nueva Gales del Sur, a través del desierto de Australia Central hasta el subtrópico de los Territorios del Norte. Alrededor de 20 horas de vuelo viendo y hablando de los climas de Australia. Walter es un microbiólogo del suelo y probablemente la persona más inteligente que he conocido. Es un gran patriota australiano y tiene el más claro entendimiento de los ecosistemas de Australia.

Esta es la versión laica de lo que he aprendido. El carbón no es el problema, ciertamente es un síntoma de un problema mayor. Incluso si cortamos inmediatamente nuestras emisiones de carbono a cero, tomará cientos de años para que los niveles de carbono en la atmósfera bajen a los de la era preindustrial. Y ningún país desarrollado modificará su estándar de vida de forma tan drástica como para lograr esto.

El problema en realidad es que a nivel local hemos hecho grandes afectaciones a los ciclos hidrológicos de los ecosistemas. La población global y su distribución está a tal punto de saturación que el manejo de las tierras está afectando catastróficamente el clima global. La buena noticia es que tenemos la habilidad de revertir cualquier daño que hemos hecho a los ciclos hidrológicos, es simple, es costeable y como resultado produciremos más alimentos.

"Es simple, costeable y como resultado produciremos más alimentos"

Durante los últimos 420 millones de años los suelos han sido la base de la evolución de la vida sobre la tierra, por lo que es lógico pensar que los suelos tienen la solución, y debemos dar la vuelta, dejar nuestras prácticas actuales y pasar de degradarlos a regenerarlos, así como la naturaleza lo ha hecho por milenios.

Nuestros suelos están formados y gobernados por procesos microbiológicos, los cuales regulan gran parte de los ciclos críticos de carbón, agua, nutrientes, temperatura, enfriamiento y la relación entre ellos. Los procesos hidrológicos naturales controlan el 95% de la termorregulación del planeta azul. Hemos estado dañando estos procesos hidrológicos por más de 10 mil años pero particularmente en los últimos 300.

Naturalmente, más del 90% de la energía solar que llega a la tierra, entra a la troposfera y se refleja de vuelta al espacio a través de una serie de procesos hidrológicos. Esto ha creado y regulado la temperatura de la Tierra, lluvia y clima por billones de años, permitiendo su evolución. El daño que hemos hecho a los ecosistemas se manifiesta como daño a los procesos hidrológicos terrestres, y este daño esta exacerbando el daño ambiental en un círculo vicioso muy destructivo. Cada gramo adicional de carbono en el suelo permite que este retenga 8 gramos de agua. Hemos oxidado grandes cantidades de carbono de nuestros suelos en todo el planeta, lo que significa que el suelo retiene menos agua, produce menos plantas y atrae menos lluvia.

"el suelo retiene menos agua, produce menos plantas y atrae menos lluvia"

Son varios los factores que causan la lluvia. Australia tiene ríos de humedad flotando encima de nuestras cabezas que no se convierten en lluvia – aproximadamente 10 veces más humedad fluye sobre nuestra nación que la que precipita. La mayor parte de nuestra humedad espera hasta estar encima del océano donde está lo suficientemente fresco para que la partículas de la neblina se una hasta formar gotas lo suficientemente grandes como para precipitar. Partículas de microorganismos (polvo) son liberados desde la vegetación y causan una neblina que se adhiere al vapor de agua haciendo que este precipite como lluvia. Cuando estas partículas microbianas, de sales y de hielo suspendidas no están presentes, es mucho más difícil que las microgotas de agua se enfríen y adhieran para formar gotas de lluvia, por lo tanto se forman gotas de lluvia mucho más grandes causando lluvias torrenciales y erráticas.

El mundo estaba cubierto naturalmente al 50% por una densa nubosidad la cual reflejaba 33% de la radiación solar de vuelta al espacio, enfriando sistemáticamente la atmósfera. El mundo ahora carga una gran neblina de humedad que no puede juntarse fácilmente para formar nubes densas. Normalmente esta neblina se junta para formar nubes, lluvia y luego reabre la ventana para volver a irradiar calor de vuelta al espacio durante la noche. Actualmente estas ventanas están bloqueadas por esta ligera neblina y es responsable de alrededor del 60% del incremento de temperaturas que se ha medido durante las noches.

La ciencia ha entendido la capacidad de estos procesos hidrológicos que controlan y enfrían el planeta pero han sido considerados muy grandes como para ser influenciados por la humanidad. En cambio, la investigación se centró en los niveles de CO2 y sus efectos de invernadero menores como causa y enfoque de una solución. El mundo ha gastado 30 años y $60 billones en estas suposiciones sin ningún beneficio real.

La ineludible realidad es que la humanidad ha impactado masivamente los procesos hidrológicos en 10 billones de hectáreas o el 60% de la superficie terrestre a través de la eliminación de la vegetación. Podemos revertir esto a través de la regeneración natural de plantas y árboles para restaurar nuestros suelos y ecosistemas, usando el suelo como una gran esponja de absorción de carbono para retener más agua, producir más forraje y alimentar más gente mientras restablecemos el medio ambiente mundial. Ser agricultor y estar involucrado en esta reparación me llena de orgullo.


George King

“Coombing Park”

CARCOAR NSW AUSTRALIA


martes, 2 de febrero de 2021

PELEAR CON ÉPICA POR EL COMUNAL



Nos estamos organizando para crear un movimiento de recuperación de los bienes comunales[1], así como una gran operación de actualización del comunal a las condiciones del siglo XXI. Con los 16 objetivos que se exponen y enumeran a continuación.

Conocer mejor la situación actual de los patrimonios comunales de los pueblos, en cada uno de ellos y en todo el país. Mostrar a la opinión pública los pueblos y lugares donde el comunal aún funciona.

Respaldar y publicitar las acciones concretas por su recuperación ya en marcha[2]. Organizar nosotros también movilizaciones de defensa y recuperación de los comunales.

Afianzar y extender la red de Juntas Vecinales y Concejos Abiertos, pues no hay comunal sin concejo y no hay economía comunal sin democracia directa.

Explicar a la juventud qué es el comunal, cuál es su historia desde la revolución bagauda del siglo V hasta el presente, y qué son los patrimonios comunales de los municipios ibéricos, en todos sus principales significados, históricos, económicos, políticos, emocionales, convivenciales, ambientales, agroganaderos, silvícolas, jurídicos y de futuro.

Denunciar los planes institucionales para expropiar y vender las tierras comunales que aún subsisten, quizá 4.5 millones de hectáreas, casi el 10% de la superficie del país. Denunciar así mismo el proceso desamortizador (privatizador) que llevaron a efecto las monarquías “absolutas” desde el año 1350 en adelante, el régimen liberal decimonónico, el franquismo y el sistema institucional actual.

Establecer una comprensión exacta y bien fundamentada de qué es el comunal y qué es la sociedad comunal, contra las adulteraciones doctrinales en curso. Diferenciar rigurosamente los bienes comunales de los bienes de uso común, poseídos por el ente estatal, o por particulares.

Vincular el comunal con el movimiento de retorno al campo, de nueva ruralidad.

Concentrar las tareas de forestación (siembra de bellotas, etc.) en los terrenos del común.

Exigir perentoriamente al Estado español la devolución a las comunidades campesinas de todos los bienes comunales (tierras, industrias rurales, minas, infraestructuras, etc.) de los que se ha ido apoderando desde el siglo XIV[3], así como de los intereses o beneficios devengados por dichos bienes en el tiempo transcurrido desde el acto expoliador.

Exponer, expandir y actualizar el espíritu de comunalidad, la cosmovisión, sistema de valores e idea fundante de lo humano que está en la raíz de los patrimonios comunales. Porque el comunal, situado en su contexto, es una nueva forma de civilización y un nuevo modo de ser persona.

Ocuparse del derecho consuetudinario, que es el fundamento del comunal, en oposición al derecho romano, o de raíz romanista, positivo.

Refutar los errores y malevolencias[4] principales sobre el comunal, su historia y su futuro.

Hacer metaanálisis económico del régimen comunal para extraer de él los criterios y principios que han de servir para superar y poner fin al capitalismo de la gran empresa transnacional explotadora y deshumanizada, inaugurando un nuevo modo de producción, comunitario con propiedad individual/familiar y libertad económica, adecuado a las condiciones del siglo XXI.

Vincular el comunal con las formas de trabajo productivo libre, cooperativo o individual, que le son propias, hacendera, auzolan, facendera, tornallom, etc., así como con los numerosos procedimientos de ayuda mutua que le son inherentes, aplicando su esencia a la regeneración de la ética del trabajo y del acto productivo en la actualidad. Ello sin olvidar los procedimientos y sistemas asistenciales comunitarios y vecinales, no menos numerosos, atxolorra, redolín, etc.

Promover el conocimiento y el estudio de libros, videos, artículos, etc. que se ocupen del comunal, si es necesario con la crítica correspondiente. Producir nosotros libros, videos y materiales de todo tipo sobre el comunal de ayer, hoy y mañana.

Organizar y convocar cursos, encuentros, etc. que: 1) den a conocer y estudien estas materias, 2) otorguen respaldo reflexivo e informativo a las acciones de lucha y reivindicación del comunal, 3) formen a personas para desenvolverse en esta gran operación restauradora de la justicia, el bien público y la libertad.

 

Os invito y animo a sumaros al equipo de trabajo que estamos organizando.


Félix Rodrigo Mora



[1] El último gran levantamiento popular para recuperar los comunales tuvo lugar en la primavera y verano de 1936. Fue duramente reprimido, primero por el Frente Popular en el gobierno de Madrid (matanza de Yeste, etc. etc.) y luego por el ejército sublevado a las órdenes de Franco (matanza de Badajoz, etc. etc.).

[2] Por ejemplo, la célebre de Los Yébenes, Toledo.

[3] En mi libro “Naturaleza, ruralidad y civilización” recojo la conclusión alcanzada por algunos estudiosos del comunal, que sitúan entre los 12 y los 17 millones de hectáreas las tierras de las comunidades rurales robadas por el Estado y vendidas luego a particulares adinerados. Como comparación, hoy se cultivan unos 20 millones de hectáreas. Pero las cifras anteriores son inferiores en bastante a la real, pues sólo incluyen, o casi, las tierras que fueron estatizadas y luego privatizada conforme a las leyes de 1813 y 1855, cuando hubo más normas jurídicas desamortizadoras, y el proceso privatizador arrancó mucho antes, en la Baja Edad Media. Además, hay que añadir a las tierras birladas lo bienes artesanales e industriales concejiles (molinos, fraguas, lagares, prensas, bodegas, ferrerías, hornos, caleras, tejares, serrerías, etc.), los de servicios (mesones, hospitales, etc.) y las infraestructuras.

[4] En oposición a quienes, con muy mala uva y peor intención, afirman o insinúan que el comunal del pasado fue un asunto menor y secundario, se levantan los estudios de, por ejemplo, David E. Vassberg, con su libro, entre otros, “Tierra y sociedad en Castilla. Señores “poderosos” y campesinos en la España del siglo XVI” 1986. Véase el inmenso detalle de título: señores con el calificativo “poderosos” entrecomillado, pues lo esencial de la tierra era comunal. Eso sí, es una vergüenza que tenga venir personas de fuera para estudiar lo nuestro, porque nosotros no somos capaces de hacerlo… ¿quizá somos gente decadente y degenerada? Si lo somos, ¡vamos a dejarlo de ser!